La caja de arena Montessori, también conocida como pizarra de arena o bandeja de arena, es un juego basado en el método educativo ideado por la doctora italiana María Montessori, a principios del siglo XX.
El objetivo de la cajas de arena es iniciar a los más pequeños en la escritura, o más bien en la preescritura, utilizando la arena como principal componente.
La arena es un material muy apreciado en los juegos educativos por ser muy atractiva, en el plano sensorial, para los niños. Dibujar y borrar trazos sobre su superficie es algo muy sencillo y agradable al tacto y permite que el juego esté siempre preparado para volver a ser utilizado.
Los pequeños no tienen por qué preocuparse por los errores que puedan cometer, ya que con un simple movimiento los pueden borrar. Esto los anima y acrecienta su autoconfianza, propiciando la repetición de la escritura y mejorando su calidad en cada pasada.
Qué son las cajas de arena Montessori
Las cajas de arena Montessori destacan por su sencillez. Al estar diseñadas para niños de entre 3 y 6 años de edad no podría ser de otro modo. Pero precisamente en su sencillez radica su interés.
Son básicamente cajas en las que se introduce arena o materiales similares de forma que los pequeños puedan escribir y dibujar con sus dedos, empezando por las formas más simples para, con la práctica, ir haciéndolos más complejos.
Beneficios de las cajas de arena estilo Montessori
Esta clase de cajas sensoriales llevan utilizándose desde hace décadas en las escuelas infantiles, aunque cada vez es más común que los padres las adquieran para que sus hijos practiquen la preescritura en casa.
El aprendizaje multisensorial es el principal objetivo de estas cajas o bandejas, estimulando la imaginación, la concentración y la motricidad fina de los niños pequeños. Se llama motricidad fina a la coordinación de los ojos con los músculos pequeños, especialmente los de las manos.
Cuando este tipo de motricidad es estimulada, la coordinación visomotora y la destreza manual se optimizan, con lo que los pequeños comienzan a desenvolverse mejor en pequeñas tareas domésticas como atarse los cordones, vestirse, cepillarse los dientes y, por supuesto, escribir y dibujar.
Las cajas de arena son grandes aliadas para la autonomía y autoconfianza de los niños, con unos efectos que se hacen visibles desde el primer día.
Cómo usar una caja de arena Montessori
Las cajas de madera son perfectas para que los niños jueguen con ellas tanto en la guardería o el colegio como en el ámbito doméstico, permitiéndoles conocer nuevas texturas, colores y sonidos, así como mejorar la interactuación con el entorno.
Cuando empiezan a ser utilizadas por niños pequeños, de unos 3 años, lo mejor es dejar que su imaginación vuele y que realicen los trazos que más les gusten..
Con niños algo más crecidos y con una mayor capacidad de abstracción, las cajas de madera más adecuadas son las que incorporan una tapa con pizarra, en la que los padres pueden dibujar patrones (letras, figuras geométricas, dibujos simples…) para que los pequeños los imiten en la arena.
No hay mejor forma de aprender que divirtiéndose, especialmente a edades muy tempranas. Las cajas de arena Montessori no solo consiguen ese objetivo, sino que contribuyen al desarrollo físico de los niños, con especial hincapié en la psicomotricidad.